El martes por la mañana disfrutamos de otra gran visita dentro del programa “A pie de viña” que desarrollamos en la Asociación de sumilleres de La Rioja. ¿Cómo transmitiros lo que significó?, pues es de esas veces en las que no resulta fácil ya que una gran parte de ella supuso una gran carga emocional a la vez que de ilusión por proseguir con un magnífico proyecto que en su día concibió e inició el tristemente desaparecido ROBER.

Como os contamos disfrutamos de una gran mañana entre los viñedos de Bodega Gobel, entre unas maravillosas personas como Itsasne, Fede, Abel y Casilda y con la silenciosa pero muy densa y poderosa presencia de Rober, y todo ello rodeados del increíble entorno que flanquea por los cuatro costados la preciosa localidad de Villalba, apenas a 5 km. de Haro. Qué maravilla de viñedos, santa madre del amor hermoso, impresionantes las cepas centenarias de la viña “El Calvario”, la magnitud y altura de sus brazos son sencillamente espectaculares y de ellas obtienen la viura con la que luego elaboran su gran blanco fermentado en barrica. Los tintos Ayázara súper curiosos, porque claro, Rober dejó envejeciendo la producción de 4 añadas y cada una de ellas tenía sus “peculiares” cositas que dan a cada vino su particularidad, pasando por el 2016, con un Rock & Roll fresco y chispeante hasta el guardado en barrica de roble Riojano, más en concreto de Manzanares, que resultaba muy diferente a sus “hermanos”.

Disfrutamos mucho, la verdad. “Algo” había en el ambiente que así lo propiciaba y ha sido un auténtico lujo y placer haber conocido y aprendido de la maravillosa familia que forma BODEGA GOBEL. Toda la fuerza del mundo para seguir adelante familia, vuestro proyecto, vuestros vinos y por supuesto, la memoria de Rober, así lo exige. Felicidades por vuestro pedazo de trabajo.