Han pasado ya unas semanas de nuestra visita a Dominio de Queirón en la pintoresca villa de Quel. Esta pequeña crónica se ha retrasado sin pretenderlo por los actuales acontecimientos que nos mantienen a todos encerrados en casa noqueados por la gravedad del momento.
Sin embargo, sabemos que la vida seguirá adelante y desde esta asociación de sumilleres mantenemos el anhelo de nuevos descubrimientos, como este que nos llevó a encontrarnos con el equipo al completo de Dominio de Queirón.
Para la familia González Cuevas el vino es su razón de ser y de existir y esta visita, la última hasta la fecha del grupo de sumilleres de Rioja fue sin lugar a dudas un acontecimiento. Y gran parte del éxito de la visita fue el encontrarnos con compañeros del oficio, propietarios y restauradores de la Rioja oriental.
Nos recibió a pie de Viña Leticia González Cuevas en El Arca, un viñedo singular plantado en pie franco con una edad estimada de cien años y situada muy cerca de las esclusas que sirven para la división de aguas de la villa de Quel. Allí Leticia nos explicó los cuidados excepcionales que se desarrollan en esta viña de garnacha y la diversidad tanto de suelos como de las prácticas vitivinícolas que se aplican.
Antes de llegar allí, visitamos parte de los viejos calados de Quel donde la familia tiene uno de los más antiguos de la Rioja. Estas bodegas, en este singular barrio, tienen una importancia capital en la historia del vino en la Rioja. En estos calados, dignos de verse, la recepción de la uva se hace a través de unas toberas en la parte superior, respetando cada paso de la elaboración del vino por el método de gravedad lo que propicia que sus vinos se elaboren con extrema suavidad protegiendo los mostos y los vinos de cualquier manipulación innecesaria.
Dominio de Queirón, se sitúa en pleno Barrio de las Bodegas de Quel y tiene su base en esta antigua bodega de la familia. Quienes han pensado y soñado esta bodega han sido capaces de crear un edificio pensado para el vino con mayúsculas. En este nuevo proyecto se ha aplicado una arquitectura situada en cuatro niveles diferentes. La familia mantiene así la filosofía tradicional al enterrarse literalmente paralela al antiguo calado en el que desde hace siglos lo hacen las antiguas cuevas tradicionales. Todos quedamos gratamente sorprendidos cuando vimos la pasión con la que se ha hecho todo y empezamos a disfrutar de los vinos que nos ofrecieron.
Los vinos de Queirón expresan territorio, suelos y viñedos únicos, pero también el buen hacer del equipo técnico de la bodega.
Empezamos catando Ensayos- Graciano 2019. Un vino sin sulfitos, excelso, fresco y prometedor del que solo se han elaborado 3000 botellas. Un vino en rama lleno de sentido.
Mi Lugar 2019 es un vino que rinde homenaje a Bretón de los Herreros, paisano de Quel. En este caso el Tempranillo y Garnacha fueron catados entre muestras de admiración por su equilibrio a pesar de su juventud. Un vino que refleja muy bien la selección de parcelas que ascienden por las laderas de la Sierra del Monte Yerga. Prometedor como todo lo que se elabora en Dominio de Queirón.
Tempranillo blanco. Ánfora. Un vino que solo se puede catar en la bodega, de momento. Un vino con una frescura, viveza y cuerpo muy agradable.
Queirón El Arca 2017 pertenece a un viñedo de aproximadamente 100 años de edad y es en su totalidad de la variedad garnacha. Está registrado como viñedo singular. Su cata supuso un encuentro con una calidad sin fisuras. Un vino con volumen, expresivo y aromático. Un vino de guarda en el que se han combinado barricas de roble francés y americano.
Queirón Reserva 2011 Este es el primer vino de la bodega que rinde homenaje a su hacedor Gabriel Pérez, perteneciente a la tercera generación de viticultores de la Familia Pérez Cuevas. Añada más madura, en boca resulta agradable, equilibrado y muy largo. Otro gran vino para disfrutar desde el primer momento.
Para terminar, solo quiero resaltar que Quel junto a Tudelilla fueron las zonas más importantes en la producción de uva de nuestra región y esto es algo que posiblemente mucha gente no sabe todavía. En Quel se fundó la primera cooperativa de viticultores y bodegueros de nuestro país y hubo una época en el que en la ciudad hubo más de 500 bodegas, tantas como habitantes según dijo Gonzalo de Berceo, Queleño Ilustre e importante Dramaturgo y Poeta riojano. En este punto es necesario que, desde la asociación de sumilleres, que trabajamos diariamente con muchas personas que visitan nuestra región, seamos conscientes de la gran importancia de dar a conocer y animar a visitar esta zona imprescindible de nuestra región vitivinícola. Hablamos de paisaje y de suelos, de buenos proyectos y de vinos enormes de gran calidad. La Rioja tiene en este sentido una gran ruta central fácil de recorrer y que es convergencia de valles y ríos, que conforman una tierra única y especial.
Terminamos dando las gracias a la cuarta generación de la familia González Cuevas, a Leticia, a Raquel y a Rubén por la generosa acogida, a todo el equipo técnico que nos recibió y también a Pedro Calatayud como distribuidor y coordinador.
Prometemos volver pronto.
JFP
Asociación de Sumilleres de La Rioja utiliza cookies propias y de terceros para analizar tus hábitos de navegación y elaborar estadísticas sobre el sitio web. Puedes obtener más información y desactivarlas o ACEPTAR. Puede ver nuestra la política de cookies, aquí.